Mi experiencia en el curso “Respuesta educativa para el alumnado con TDAH”
Semanas de aprendizaje,
incertidumbre, tareas… van llegando a su final y tras sentarnos otra vez más
ante la pantalla blanca del Word, nos damos cuenta que el miedo que teníamos al
principio a las nuevas tecnologías, ha
remitido bastante. Gracias al curso me enfrento decidida a las TIC’s, puedo
compartir recursos digitales con otros profesionales, buscar y encontrar
contenidos actualizados y actividades motivadoras para mis alumnos.
El incremento de mis
conocimientos sobre características, sintomatología, criterios diagnósticos,
estrategias para mejorar el clima en el aula o propuestas educativas adaptadas
a estos alumnos han aumentado mis competencias profesionales y me han permitido
objetivar que los términos “poco interés”, “vago”, “mal educado” junto a “TDAH”
no acoplan. “Dificultad”, “Apoyo”, “Trabajo”, “Adaptaciones” van íntimamente
ligadas a “TDAH”.
Ser consciente de las
dificultades de aprendizaje y los diferentes estilos cognitivos de estas
personas nos obliga a mirar desde otro punto de vista y ser creativos para
buscar otras opciones y alternativas cuando los resultados no son los
esperados.
Saber que una no está sola, que
existen personas con inquietudes que por, uno u otro motivo, durante un tiempo
han formado parte de tu vida con un tema en común “Conocer y ayudar a un TDAH”,
es gratificante. Compartir ideas,
trabajos, puntos de vista a través de distintos medios (valorar opiniones,
compartir en foros, valorar sus trabajos y los míos…) ha enriquecido mi proceso
de aprendizaje.